jueves, 16 de octubre de 2008

¿Y de qué vivirán los escritores?

La revolución digital (unida con la movilidad) parece estar transformando otro nuevo mercado: la industria editorial. La 60va Feria del Libro de Frankfurt, una de las más grandes del mundo, por primera vez tiene más contenido digital que libros (52% vs 48%).

Desde hace mucho tiempo se pueden leer libros en línea; con los PDFs o los llamados eBooks, se pueden descargar montones de libros y leerlos en la computadora o los PDAs. Pero para la gran mayoría de usuarios, esta forma de lectura se enfrenta con dos grandes desventajas:
  • facilidad de lectura: leer en la computadora puede ser incómodo a la vista, y además debes encender la computadora para poder leer
  • portabilidad: es complicado llevarse el computador a la playa, y aún más dificil al baño :-)
La innovación tecnológica vino al rescate para solventar ambos problemas: para el primer problema aparece la tinta digital o eInk, que es un tipo de pantallas que proporcionan una "sensación" similar a la del libro impreso.

Para el segundo problema, la portabilidad, han aparecido en el mercado lectores especializados (piense en iPods para lectura), que soportan la tinta digital y tienen un tamaño reducido; adicionalmente cuentan con baterías super rendidoras y poco tiempo de encendido. El más nombrado es el kindle de Amazon, pero tambien están otros como el Reader de Sony.

Todos están pensados para descargar vía Internet los libros y actualizar tu librería cómodamente. Actualmente el Kindle está atado a que compres los libros por Amazon, pero es cuestión de tiempo para que soporte cualquier formato; como de hecho ya lo hacen sus competidores.

Uno de los grandes que esto plantea es la piratería; aunque los libros actualmente se falsifican o copian ilegalmente, la experiencia para los usuarios es distinta; la calidad de la impresión está ligada al costo, y los libros piratas normalmente tienen una calidad inferior.

A diferencia de lo que pasa en los libros físicos, la experiencia de leer un libro original y uno pirata en forma digital es exactamente la misma.

Esto hace que disminuyan los incentivos para comprar los libros, y deja a toda la industria con nuevos retos... Esto ha pasado exactamente igual en la música y los más innovadores están utilizando los discos como un material de promoción de sus conciertos, la verdadera fuente de ingresos.

Aunque en los ensayos (hechos por expertos) uno podría hacer la analogía entre una conferencia y un concierto, y estos autores podrían vivir de las entradas a los eventos, en la ficción la cosa se pone más dificil. Yo no conozco a nadie que quiera pagar por oir a Vargas Llosa leyendo Travesuras de la Niña Mala "en vivo" o mejor aún "unplugged". Esto hace que con la nueva revolución digital y de portabilidad uno se pregunte ¿y de que vivirán los escritores?

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