lunes, 14 de julio de 2008

No dejes que le calienten la oreja a tus clientes... conversa con ellos

En un mundo superconectado las conversaciones fluyen constantemente; si no hablas con tus clientes siempre encontrarán a un competidor dispuesto a oirlos y suplir sus necesidades

Mi abuela decía que alguien le estaba “calentando la oreja a otro”, cuándo estaba tratando de convencerlo de algo no muy correcto. En los negocios, cuándo alguien le habla a nuestros clientes para convencerlos que se cambien de proveedor, definitivamente “le están calentando la oreja”.

En el mundo globalizado existen cada vez más competidores dispuestos a suplir los mismos mercados. Empresas de todos los sectores siente cada vez más la globalización; la ventaja del acceso a los mercados globales trae siempre el riesgo del acceso de competidores globales a nuestros mercados naturales.

Las empresas exitosas serán aquellas que logren mantener fieles a sus clientes mientras captan nuevos prospectos. Internet permite que esa fidelización sea más sencilla que hace unos años. Ahora es posible establecer conversaciones con nuestros clientes, independientemente de lo lejano o cercano que se encuentren. Y esas conversaciones se constituyen en una barrera para que nuestros clientes no se vayan con otros.

Desde mi experiencia, creo que estos pasos pueden ayudarte a mantener a los clientes fieles a tu empresa:
Pide permiso
El primer paso para comenzar a hablar con tus clientes, es pedir permiso y saber quiénes están interesados en oirte. Esto es un paso que debes hacer todo el tiempo. En Imolko tenemos herramientas como la minisuscripción, que te permite solicitar y almacenar los permisos obtenidos. Si le hablas a gente que no quiere oirte, estás perdiendo tu esfuerzo, o peor aún, en vez de amigos estás haciendo enemigos.

Respeta la privacidad
Cuándo un cliente o prospecto entrega sus datos para que te comuniques con él, espera que tu honres esa confianza. Es necesario que los datos de las personas se mantengan lo más restringido posible. No intercambies esa base de datos con otras empresas, y mucho menos la alquiles para otros usos.

Genera contenido regularmente
Este es el paso que requiere más disciplina de toda la estrategia de hablarle a tus clientes. Establece un período en el que quieres hablarle a tus clientes (semanal, mensual, bimensual). Recuerda que mientras más tiempo pase, más probabilidad hay que tus clientes se olviden de tí. Dedica unos minutos a la semana para apuntar temas que te parezcan relevante para tu sector o hechos importantes para tu empresa. Al final del período tendrás suficientes temas para armar un boletín y hacer el envío regular. Herramientas como Zenkiu, pueden ayudarte en esa tarea.

Oye a tus clientes
Permite que tus clientes te envíen sus comentarios o inquietudes. Utiliza un correo electrónico o un foro de discusión para almacenar las respuestas. Trata de responder a todos los correos para agradecer el interés; puedes configurar un auto-responder para que automáticamente envíe estas respuestas. Trata de incluir las inquietudes de tus clientes en las próximas comunicaciones.


Mezcla publicidad con mercadeo directo

Si en tu empresa invierten en publicidad, trata de utilizarla para aumentar tu base permisada (paso 1). Normalmente la publicidad se paga por CPM (costo por mil); con cada permiso que consigues estás disminuyendo el costo del CPM, ya que para próximas campañas tienes una base permisada a la cuál hablarle sin los costos de la publicidad.